Se dio una gran mano

Sportivo (San Cayetano) 5 Independiente (Lobería) 0
1 – Camilo Acevedo 1 – Agustín Monsalvo
2 – Uriel Scalia 2 – Leandro Alí Campo
3 – Ian Díaz 3 – Matías Moreno
4 – Nahuel Echebarría 4 – Axel Etcheverry
5 – Cristian Roteño 5 – Tomás Britos (Capitán)
6 – Guillermo Piñero 6 – Thiago Pucci
7 – Lautaro Castañares (Capitán) 7 – Rodrigo Montenegro
8 – Joaquín Giménez 8 – Lisandro González
9 – Nicolás Ferreira 9 – Santiago Lizarraga
10 – Ignacio Sotelo 10 – Bricio Basualdo
11 – Mauro García 11 – Ezequiel Maulín
DT – Carlos Girardengo DT – Emilio Saffarano
12 – Simón Alarcón 12 – Juan Martín Farías
13 – Camilo Romagnano 14 – Enzo Maldonado
14 – Juan Núñez Caicedo 15 – Lautaro Martín
15 – Rodrigo Lastra 16 – Tobías Armentía
16 – Juan Roque 18 – Gastón Miño
17 – Cristian Torres  
18 – Thiago Csercsei  

 

Arbitro: Leandro Benavídez

 

Goles: 15’ y 79’ Ferreira (S), 52’ y 85’ Giménez (S) y 58’ Castañares (S).

 

Amonestados: 26’ Pucci (I), 45’ Díaz (S), 76’ Martín (I) y 83’ Scalia (S).

 

Expulsados: No hubo.

 

Cambios:

59’ Lastra por Roteño (S), Maldonado por Lizarraga (I) y Martín por Basualdo (I)

75’ Torres por Castañares (S)

79’ Csercsei por García (S) y Núñez Caicedo por Echebarría (S)

 

 

Sportivo San Cayetano estaba necesitado de una amplia victoria como la que consiguió en la tarde de ayer por 5 a 0 ante Independiente de Lobería, que lo catapultó al tercer escalón de la tabla de posiciones de la Liga Necochea.

El Felipe Serafini fue testigo de un encuentro en el que el local fue construyendo sin apuro una victoria contundente ante un rival que, sin lugar a dudas, no estuvo a la altura del acontecimiento.

El manejo del combinado de Carlos Girardengo estuvo abocado claramente a la banda izquierda del ataque, sector desde el cual Lautaro Castañares y Mauro García hacían la diferencia para buscar en última instancia a su goleador Nicolás Ferreira y sobre todo aprovechar las incursiones de Joaquín Giménez.

Ignacio Sotelo fue el primero en probar suerte con un remate que, si no hubiera sido por su pifia final, habría inquietado seriamente a la última línea del visitante.

Antes de que pudiera hacer méritos suficientes para justificar la ventaja, una subida de Ian Díaz, con sombrerito incluido ante Axel Etcheverry sobre la línea lateral, culminó en un preciso centro hacia al cabeza de Ferreira que fue capitalizada por el goleador del equipo.

En una jugada casi salida de contexto por el uso excesivo del pelotazo fontal de Independiente en todo el primer tiempo, Etcheverry desbordó por su sector para centrar hacia Santiago Lizarraga, encontrando un cruce salvador que imposibilitó el inmerecido empate.

Enseguida Sportivo tuvo una nueva chance a través de un tiro libre que cabeceó Nahuel Echebarría, de gran desempeño en ambas facetas, yéndose cerca del segundo palo de Agustín Monsalvo. En los segundos posteriores Castañares quedó de frente al arco y probó sin puntería desde la medialuna del área.

El estado del campo de juego y la lluvia que no cesaba hacían que los controles de pelota fueran defectuosos, razón por la cual a ambos conjuntos les costaba generar peligro o fallaban en los instantes decisivos de las jugadas.

A los 35 minutos Giménez, tras pelear arduamente con Leandro Alí Campo, culminó una jugada definiendo muy incómodo y provocando una gran tapada del “uno” visitante.

García, uno de los que se tendría un desempeño en ascenso, armó un jugadón por izquierda, buscando por bajo a Ferreira, salvando Monsalvo en primera instancia y Rodrigo Montenegro sobre la línea de gol.

Cuando poco faltaba para el pitazo que mandaría a todos al descanso, Guillermo Piñero se vistió de héroe al tirarse abajo y salvar su arco ante la peligrosa incursión de Lisandro González que parecía desatar la igualdad.

La respuesta llegó por parte de García a través de un disparo que se fue apenas a un metro del palo derecho del arco loberense.

El complemento tuvo como novedad táctica el cambio posicional de García y Giménez desde el arranque, hecho que volvería darse de manera contraria a mediados del período.

Castañares, de gran partido, pudo sacar un centro rasante que increíblemente Ferreira no rebotó hacia el arco, culminando la jugada con García buscando la red y una salvada providencial que mandó la pelota al tiro de esquina. De esa ejecución llegó el cabezazo preciso de Giménez para marcar el segundo gol ante la estirada infructuosa de Monsalvo en el minuto 7.

Ya con la ventaja conseguida, los espacios se le abrieron al equipo sancayetanense, que poco después contó con un robo de Ferreira ante un mal pase defensivo rival para la definición de Castañares y una nueva salvada desesperada de Montenegro.

Poco aguantó la defensa de la visita, que en el minuto 13 ya caía por tercera vez gracias al tanto de Castañares, definiendo sin oposición por el medio luego de un pase al vacío de Giménez y la posterior asistencia de Ferreira.

Sin equivalencias a la vista, García realizó un pie a pie para centrar hacia Piñero, que de cabeza remató cruzado, perdiéndose la pelota muy cerca del ángulo opuesto.

Monsalvo, como último escollo para la goleada que finalmente se terminaría dando, logró salvar en dos oportunidades su arco ante Castañares primero y Ferreira después, con una defensa que poco aportaba.

En el minuto 34 Ferreira buscó a Giménez para dejarlo cara a cara con el arquero, siendo éste el que ganaría el duelo. El mal despeje volvió a caerle a Giménez, quien involuntariamente asistió a Ferreira para que la jugada tuviera destino positivo con el pase a la red que selló el cuarto tanto.

La única chance favorable a Independiente en todo el complemento se vio en el minuto 39 luego de un tiro libre de Enzo Maldonado que se perdió a centímetros del ángulo de Camilo Acevedo, un espectador de lujo en la lluviosa tarde.

Para dejar en clara la diferencia entre ambos equipos, instantes después Uriel Scalia puso a correr a Giménez, que no paró hasta entrar al área, esquivando patadas, para definir por debajo del cuerpo del portero, ampliando la justa goleada, que no fue mayor solamente porque Maldonado se lució ante Cristian Torres en la postrimera situación de la tarde.

 

Crónica Gabriel Piacquadío