fbpx


La Argentina y el adiós a Maradona, por Magalí Di Croce

Ayer cuando el Presidente de la República decretó tres días de duelo y ofreció a la familia de Maradona velarlo en la Casa Rosada, me dio tristeza.

Solo un extraterrestre no conocería el genio de Maradona en el fútbol. Su calidad indiscutible que lo ubica en los mejores del mundo de todos los tiempos. Su inteligencia para el juego. Un crack.

Pero me pareció, a mi humilde entender, que si bien estaba muy bien recordarlo y homenajearlo, en el contexto que vive nuestra Patria era un exceso.

Supuse también que la gran mayoría no estaría de acuerdo con mi pensamiento.

Y supuse también que esa decisión generaría un desborde inimaginable…

Lo que no supuse es que las autoridades que tuvieron esas ideas, no se dieran cuenta del desborde y la locura que se avecinaba.

Los diarios del mundo han hablado durante años de Maradona en sus días de gloria del fútbol. Ayer los diarios del mundo han lamentado su muerte joven. Hoy los diarios del mundo mostrarán a la marea humana, desatada, a los camiones hidrantes, a las balas de goma, a los hinchas trepándose la reja de la Casa Rosada. Mostrarán el busto de Hipólito Yrigoyen que tiraron en tanta locura y forcejeo.

Maradona el genio del futbol, tuvo una vida privada – que siempre se hizo pública-  tumultuosa, llena de esfuerzos y también de excesos, de desavenencias, de escándalos, de dolor…

Él se va ovacionado por una cantidad inimaginable de gente, y también se va en medio de un escándalo y un desborde.

¿Qué le pasa a nuestra Patria, la Argentina?

Cuánto dolor encierra, cuánta impotencia y frustración…

Los camiones hidrantes arrojan agua, las Fuerzas de Seguridad intentan que el cortejo fúnebre pueda pasar. Hasta se propuso a la familia que el féretro fuera sacado en helicóptero. Evidentemente ni se les cruzó por la cabeza este desborde, a las autoridades del gobierno.

Hay heridos, y una multitud en medio de la pandemia.

¿Qué le pasa a nuestra Patria?

¡Qué dolor! ¡Cuánto dolor!

Un tweet de un político inculpa a otro por la represión.

Esto tiene un final abierto…

Quiera Dios que no haya más daños en las personas y en las cosas de los ya producidos.

Maradona el ídolo indiscutido de fútbol, es despedido, por una multitud, en medio de un desborde.

Pobre Patria nuestra.

Magalí Di Croce