Jorge Malatinitenía 9 años cuando se obsesionó con los aviones. Veía pasar por el cielo claro de su pueblo, Carlos Casares, las avionetas fumigadoras de los campos de la zona y quería estar ahí, en esa mínima cabina, y volar al ras del sueño y escupir agroquímicos a toda velocidad. Así inicia una de las tantas noas realizadas a este maestro de la acrobacia.. Continúa Infobae diciendo:
En 1980 entró a Aerolíneas Argentinas y fue piloto de la línea de bandera hasta 2009. Conoció prácticamente todo el mundo mientras además hacía fumigaciones y vuelos privados.
Cuando Malatini vuela saca de su repertorio una decena de figuras acrobáticas. Despegue e inversión, looping negativo, toneles, caída de gola, tumba carnero, giro, vuelo invertido, filo cuchillo y muchas más. No hay probablemente en todo Sudamérica un piloto que las haga todas y tan bien.
En un encuentro llevado a cabo en el Aero Club San Cayetano, dialogó con Caynet: